¿QUIÉN ES EXITOSO, UN
EGOÍSTA O UN DADOR?
Se hizo un estudio del sr
Grant, donde las investigaciones recopilaron datos de empresas, de escuelas y
los investigadores encontraron en su desempeño profesional y empresarial, los
dadores, fueron los de peor desempeño, los ingenieros con mayor productividad, los estudiantes con
calificaciones bajas y en el comercio
con ventas anuales bajas, se identificaron en frases como:¿ me gusta ayudar a
otros?, colocando primero a otras personas, quedaron sin tiempo y energía para
cumplir su trabajo eficazmente.
En la encuesta que se hizo,
sobre los dadores y tomadores o compradores, los resultados más altos lo
obtuvieron los dadores, pero los dadores exitosos, la diferencia de los dadores
exitosos, es que apoyan a otras personas, que están en conflicto personal, y
además los ayudan con costes personales bajos, beneficiando a otros, pero no
dejando sus metas ambiciosas para la obtención de sus propios intereses, su
generosidad, establece relaciones profundas, abre puertas a nuevas amistades,
en cambio los dadores fallidos, son empáticos, altruistas, sacrifican su éxito
personal a favor de los demás.
El exitoso, con estrategias
de auto-preservación, logra mejores resultados que los dadores fallidos,
logrando sus metas personales con estrategias de “gana-gana”, es decir, hacen
amigos en el camino, no enemigos, nunca están solos en la cima, como es el caso
de los dadores fallidos, cuyo éxito está basado en la explotación de los demás
o en la atribución personal de un éxito colectivo.
CONCLUSIÓN
Ser o convertirse en un
dador para ser generoso, no beneficia, sino a los demás, que no se lo
agradecen, ni recompensan su tiempo, dinero perdido y la energía dispuesta.
Ayudar a los demás, ayudándose a Ud.
mismo, con algún beneficio económico, nada es gratis, ni debe serlo, lo
regalado no se valora; se comparte habilidades, conocimientos, pero creando
beneficios económicos en ambas partes.
El egoísta, no solo es detestable, por ser acaparador, pero
también tiene algo bueno, el no regalar lo que le cuesta y pensar dos veces,
antes de acceder a dar algo a cambio de nada. Ser un poco egoísta, no es tan
malo, ser tan dadivosos cuesta mucha veces, el arrepentimiento de haber sido
generoso, con quien no lo merecía, con un desagradecido.
En balanza es mejor, “ni
tanto que queme al santo, ni poco que no lo alumbre”.
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