LAS
ENDORFINAS
Hormonas potentes que
eliminan el dolor, cuando estamos felices circulan estas sustancias por el
cuerpo y actúan como drogas, capaces de
eliminar el dolor y aumentar las ganas de vivir; descubiertas hace 20 años,
segregadas por la glándula HIPÓFISIS y el HIPOTÁLAMO en el cerebro y en menor
cantidad, por todas las células del sistema inmune, existen 20 tipos, con poder
analgésico, el cuerpo las utiliza para contrarrestar el dolor, bloquean el
camino de los mensajeros químicos del dolor para que no lleguen a las neuronas.
Se las conoce como las hormonas de la felicidad
y el anti estrés, son las responsables de nuestros mejores momentos; el consumo
de algunas drogas pueden bajar los niveles endorfínicos, la obesidad baja los
niveles, comen en exceso para aplacar la ansiedad, la depresión se asocia con
desajustes en la producción de endorfinas y alternan entre alegrías y
depresiones.
Los adictos a las endorfina,
disfrutan con situaciones estresantes, segregando
hormonas que pone al cuerpo en situación
de alerta, con la adrenocorticotropina, que aumenta la tensión muscular y
excitación mental, éste va acompañado de beta endorfinas, que producen un
efecto equilibrador, mejorando el ánimo, relaja y da seguridad. Llegar a
emociones fuertes, cargándose de endorfinas para cargar adrenalina y así se siente
vivos, pero el estrés, el dolor crónico, acaba con las endorfinas; estas sustancias
antes de influir en el ánimo, mejora el sistema inmune, resistiéndose a
enfermedades, incluso tienen el poder de eliminar células precancerosas.
Las endorfinas, bloquean la
migraña y espasmos intestinales, pueden relacionarse con un déficit en la
producción de endorfinas, estos tienen vida corta, son eliminadas por unas
enzimas que producimos en forma natural, pero podemos recargarlas de forma
natural, con estados de ánimo altos, y ciertas actitudes provocan mayor flujo,
como eliminar la rutina, mantenerse interesado por diversas cosas y
actividades, pasear con la mente aquieta, la belleza alrededor, dispara la
actividad de la hipófisis y escuchar música, estimula su producción con más
fuerza; reír también influye sobre la química del cerebro y el sistema inmune;
el sonreír, segrega endorfinas, disfrutar de los sentidos, trabajar a gusto,
tener una afición, respirar profundo y hacer ejercicios luyen cuando la mente
no está ocupada, se recomiendan las técnicas de relajación, yoga. La risa, y la
carcajada, son las mejores fuentes de endorfinas, la risoterapia influye sobre
la química del cerebro y sistema inmune, la acción de sonreír segrega
endorfina, un mecanismo parecido al que nos hace segregar saliva con oler algún
cítrico o pensar en una buena comida. Todos los sentidos, al disfrutar lo que
les agrada dispara el nivel endorfínico.