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LA  LEY  DE  ATRACCIÓN  Y  EL  SECRETO

Destinados a crecer y desarrollarnos, buscar sueños y aspiraciones o estancarnos, pero no podemos permanecer en forma exacta, tal cual somos o estamos, la naturaleza cambia constantemente y nosotros cambiamos con el pasar del tiempo, aunque no nos guste estar como nos vemos o estamos. La mayoría vive en un estado de conformidad, se siente tranquilo, relajado,  sin notables preocupaciones, sin aspiraciones, porque no se cree capaz de llevarlas a cabo, por situación económica, cosas imposibles de realizar sin sentido, no se tiene  presiones, miedo, para llevar sus aspiraciones, tenemos trabajo estable, comemos a diario, salimos  diariamente del paso, siempre encontraremos trabas a seguir un plan para lograr un sueño, descartándolo. Si no se va en una dirección, se va a la otra. Identificar esta situación es el primer paso para desarrollar su potencial y lograr todo lo que quiera en la vida.

LA MENTE: Es una actividad y el cuerpo es la manifestación de esa actividad, es un instrumento de la mente, igual que el cerebro. Por medio de la repetición de ideas prosperas se cambia el nivel de conciencia a prosperidad. Somos espirituales, con un intelecto que usamos para conectarnos con lo espiritual y mejorar  cualquier cosa del plano físico, transformándose en lo que llamamos idea y ésta, en resultados. Nada es creado, ni destruido, lo que existen son cambios,  o sea que están presentes, pero en estado etéreo. Lo que  hace es tomar forma nuevamente. La  prosperidad es invertir el proceso, mover la mente en vibración superior, desarrollando una conciencia alta y atraernos lo bueno que deseas, dando el resultado de tu vida, felicidad, alud, etc. Hay que tener la mente en el cuerpo, escuchando con las emociones, involucrarse emocionalmente con las ideas, alterando éstas,  trabajando en la mente, para entender la ley de atracción.  

En avances de física cuántica, se ha demostrado que los pensamientos y emociones son ondas energéticas, vibraciones, vibrando a una determinada frecuencia y atraen a otras similares.

Para la ley de atracción, no existe ni bien ni mal, el Universo refleja es estado anímico y da igual respuesta.