Desde la creación, o desde que tuvimos razón de
que existíamos, empezamos a vagar, sin rumbo, buscando comodidad, comida, refugiarse
de la interperie, y embates del medio ambiente.
Siempre nos gustó la libertad, por sobre todo,
conseguir el alimento en primer lugar, luego el
descanso, tener un sitio seco, cálido, agradable al ambiente, para
dormir y luego dejarnos llevar por la imaginación, de que eso era lo que
verdaderamente deseábamos.
En un sitio seguro, con comida, ropa, calor de
hogar y demás comodidades, pero perdiendo un poco esa libertad de andar hacia
donde nos llevaran los pies.
Estando en esa posición, no sé cuál preferiría, si
la vida nómada o sedentaria, en un solo sitio siempre.
Los nómadas actuales, andan en vehículos, más
comodidad de todas formas, es una casa rodante, a veces con más lujos y
detalles que un hogar en tierra y con la posibilidad de dormir a diario en
diferentes sitios, con personas y lugares soñados alguna vez.
Pero los de vida sedentaria, acostumbrados a tener
propiedades (casas, carro, familia, mascotas),
no se ve posibilidad alguna de dejar todo eso e irse a viajar, con algo
de esas propiedades que elijamos, pues todo no lo podemos llevar, debes perder
algo para ganar otras cosas, más libertad, menos compromisos, obligaciones, solo contigo, y con quien
decida acompañarte.
En una balanza, no sé si elegimos mal, al
decidirnos por la vida sedentaria, en mi opinión personal, me parece una vida
de solo compromisos, pocos placeres, nada a cambio, en comparación con lo que
se pierde, por tener ese miedo a lo desconocido, a lo que puede ser, a la
probabilidad, algunas personas lo han intentado, solas o con la compañía de
alguien, pero a otros nos ata la posible seguridad de un techo, un alimento, un
trabajo, etc.
Ahora en este tiempo al disponer de la tecnología,
un celular, un portátil, conexión a internet, con posibilidades de trabajos en
remoto, desde cualquier lugar donde te encuentres, y en circunstancias buenas o
adversas, es la posibilidad de trabajar
y conseguir para el sustento, viajando, porque el dinero siempre hará falta,
y será el mayor obstáculo para decidir cambiar de sitio para vivir, los
llamados nómadas digitales.
Ya hace bastante tiempo, hubo algunas personas que
lo hicieron en grupos o en solitario, acompañados solo de su mochila, caminando
y pidiendo a los choferes, un sitio en el vehículo para poder llegar a un
destino, por el momento, poder dormir, descansar, y continuar al día siguiente
su travesía, los llamados hippies, de la
época de los años 60, así caminaban por
todo el mundo, viviendo su aventura,
trabajando poco, vendiendo artesanías que elaboraban, hoy deben dedicarse a ser nómadas digitales,
pues trabajan menos y viven más cómodos
que antes.
Quizás, ese sea el sueño del hombre sedentario,
ser nómada, por su naturaleza anterior, algunos van por ese camino, ya se
decidieron, ¿se decidirán los otros? ¡O nosotros!...
Conclusión:
Yo también he pensado en lo mismo, me decidiré o
ya el tiempo no me deja decidir, por ese temor a lo imprevisto, por la
costumbre de la comodidad aparente, de la supuesta seguridad, prejuicios y
otras tantas cosas a las que nos
apegamos, y no dejamos ir, o no
soltamos, como si hubiéramos nacido con
alguien, solo los gemelos, en un sitio
propio, con comodidades, casa, comida,
lujos, nada nos llevaremos, solo lo aprendido, las experiencias buenas o malas
que hayamos vivido.
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