LA
CULPA ES DE LOS PADRES
La culpa de la situación
educativa actual es de los padres, pero la labor del educador es complementaria
e importante.
Ala generación actual,
jóvenes, no les salen bien las cosas, porque el modelo de educación actual, no
es el mejor, no hay compromiso de parte del alumno con el estudio, no son las
mejores notas las que obtienen, sus trabajos escolares copiados, sin
investigación por parte del alumno, pagan para que se les haga las tareas
investigativas.
Es el gobierno, el que tiene
la culpa por haber cambiado el modelo educativo de antes, época de los 60 hasta
la última reforma educativa, donde los estudiantes no pierden el año escolar y
si no se les exige, no rinden.
El memorizar textos,
fórmulas, leer obras literarias, practicar en las artes (música, pintura, manualidades,
un poco de urbanidad, que bastante falta que les hace), es un rato de evasión a
las tareas escolares e investigativas, es un relax, en medio del programa
académico.
La labor del padre, en este
caso es exigirle a los hijos, lo que en la escuela no se les exige, pues los
únicos perjudicados van a ser ambos (padres e hijos), aunque el modelo
educativo sea diferente, yo como padre, impongo mi modelo, porque el del
gobierno, no me convienen ni a mí ni a mis hijos.
En cuanto a la labor del
padre en la educación de los hijos, se lo ha tomado cómodamente, trabaja por
fuera de casa, los hijos quedan con empleados, con la tv, internet, pasatiempos,
etc. No tenemos ninguna responsabilidad de lo que les pase, pues dejamos que
esto ocurriera.
Enseñarles a ser
responsables cuando el modelo de padres, que tiene no se los enseña, así serán
hijos dependientes de sus padres, viviendo con ellos aun después de casados,
con hijos, porque les da miedo, hacer su propia vida, tomando sus propias
decisiones.
“En occidente, los padres se
esfuerzan por que sus hijos vivan mejor que nosotros y en oriente, los hijos se
esfuerzan por vivir mejor de lo que vivieron sus padres”, en esta diferencia
radica todo el meollo del asunto.
En nuestra mentalidad, de
que los hijos no se esfuercen, arreglarle las cosas, cuando se equivocan, que
la vida se les haga fácil, protegiéndolos de todo y en todo, no permitiendo que
se caigan, se esfuercen, que tengan
frustraciones, desengaños, equivocaciones, que sufran y así aprenderán de sus fracasos,
la lección y que “el fracaso es dejar de
intentarlo, y el futuro está en sus manos” es su responsabilidad, no la
nuestra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario